El talento global, clave para la competitividad
y el desarrollo
¿Qué es el talento? Según la mayoría de las definiciones el talento está relacionado con la aptitud o la inteligencia, e implica la capacidad o gran habilidad de una persona para ejercer una cierta ocupación o desempeñar una actividad. Bajo este criterio está claro que el talento abunda en la región iberoamericana, pero gran parte de él muchas veces se pierde, se destruye o se escapa en el camino.
¿Por qué? La respuesta es sencilla: la falta de formación, de políticas adaptadas al emprendimiento y a la innovación, el difícil acceso a la financiación, la escasa inversión en I+D+i o la poca cultura innovadora que todavía hay en muchas empresas, son algunas de las razones más evidentes.
De lo que no cabe ninguna duda es que el talento juega un papel importantísimo no solo en el crecimiento y desarrollo de un país sino también a nivel empresarial. Y, en este sentido no debemos olvidar que la formación y el empleo son las mejores herramientas de inclusión social.
Las empresas necesitan cada vez más profesionales formados y con talento, que dominen varios idiomas y controlen las herramientas digitales. Se busca ante todo el compromiso ético, honestidad, capacidad de aprendizaje, adaptación a los cambios y saber trabajar en equipo.
Las competencias más importantes y valoradas son también: el análisis y la resolución de conflictos, habilidades de relación y comunicación, facilidad para trabajar en entornos multiculturales y multidisciplinares, y conocimientos técnicos de la profesión.
Competitividad del talento. Visión desde las organizaciones empresariales
Desde las organizaciones empresariales de CEIB y de FIJE se considera fundamental crear una cultura académico-empresarial que permita impulsar una formación flexible, competente y de calidad, que dé respuestas a las demandas de la sociedad en general, y del tejido productivo en particular.
Además, la empleabilidad de los estudiantes depende en gran medida de la adaptación de sus conocimientos al mercado laboral y, de manera más concreta, al sector donde vayan a desempeñar su actividad. Por ello, es preciso adecuar los planes de estudio universitarios y la formación profesional a las necesidades reales de las empresas.
Para potenciar el talento es importante también estimular a los estudiantes a cursar carreras científico-técnicas, denominadas STEM, al ser éstas las que en mayor medida se adaptan a las capacidades digitales y al ámbito de la I+D+i.
Para que además el talento y los jóvenes puedan conectar mejor con el entorno laboral es fundamental el diálogo entre las organizaciones empresariales y las administraciones educativas y el asesoramiento en materia de gestión de una innovación efectiva, digitalización e interconexión de los procedimientos administrativos.
Desde las organizaciones se considera prioritario establecer marcos sistemáticos de colaboración “Universidad-Empresa”, que sirvan para orientar eficazmente los esfuerzos en I+D+i y en transferencia del conocimiento. Hay que apostar por una formación más práctica, que incluya la enseñanza post universitaria dual o el desarrollo de doctorados profesionales, para una especialización más eficaz y enfocada al mercado laboral.
Cuando hablamos de talento, nos vemos obligados también a hablar de la competitividad del mismo. Para impulsar este concepto hay dos factores imprescindibles; la formación y la movilidad geográfica. Se requiere una inversión a largo plazo e implementar políticas laborales que contribuyan a aumentar la competitividad del talento cada vez más.
“El futuro de Iberoamérica es tarea de todos y tenemos un gran nicho común (un idioma y una forma de sentir común), que es el talento de nuestras sociedades, nuestros jóvenes y también de los seniors. No es solamente una frase, sino un mensaje de compromiso cimentado por empresas y ciudadanos, con determinación, con savia nueva y con sabiduría de años, también”, según declaraciones del secretario permanente de CEIB, Narciso Casado.
Talento global y Pymes
Las Mipymes representan el 98% de las empresas en Iberoamérica y garantizan el 67% del empleo formal, además de suponer gran parte del talento que hay en la región. Precisamente por eso resulta tan importante cuidarlas.
Concretamente, desde CEIB y FIJE, en estrecha colaboración con la Secretaría General Iberoamericana-SEGIB, se desarrollan dos líneas permanentes de trabajo de carácter anual y que se consideran prioritarias para el apoyo y acompañamiento de este tipo de empresas: el Foro Iberoamericano de la Mipyme, cuya última edición se celebró en Lisboa y la próxima tendrá lugar en diciembre en Colombia; y el Foro de Innovación Abierta, que previsiblemente se celebrará en el primer trimestre de 2024 en Chile.
Las empresas de la mayoría de los países de la Región nacen con un menor número de empleados que en otros países con niveles de desarrollo similares, fenómeno que no llega a corregirse en su etapa de desarrollo. Las políticas públicas suelen apoyar la etapa de creación e ideación, pero no tanto a la de crecimiento y sostenibilidad.
Innovación, startups y unicornios
La mayoría de las empresas considera a las startups como parte esencial de su estrategia de innovación. Se impone una fórmula de complementariedad en la cual las empresas más grandes aportan su respaldo y dimensión, tanto con recursos físicos como humanos; y las startupsaportan agilidad, creatividad, orientación al riesgo, potencial de innovación y perspectivas de crecimiento, aspectos poco comunes en las empresas más grandes. De esta manera las pymes innovadoras acceden a un camino más potente para pensar su internacionalización desde una estructura de pocos empleados y escasos recursos.
El talento es una realidad en los países del espacio iberoamericano, ya que representa una excelente oportunidad para la región de ganar en productividad y acortar la brecha tecnológica y de innovación de sus empresas. Para ello, los gobiernos iberoamericanos vienen implementando numerosas iniciativas para fortalecer sus ecosistemas emprendedores, aportando asistencia técnica, formación, financiación y mejoras en los marcos normativos para impulsar empresas de alto rendimiento capaces de generar empleos de calidad y poniendo en la agenda de la política pública los programas de apoyo a emprendedores.
Pero, habría que dejar claro que en Iberoamérica además de emprendedores, se necesitan ante todo empresarios para poder generar un impacto económico cuanto antes, que repercuta en el desarrollo y crecimiento de los países.
Y este es el caso de un conjunto importante de empresas que empezaron con escasos recursos y que han aprovechado muy bien la internacionalización y el acceso al capital de riesgo. Según el BID, hay más de 1.000 empresas tecnológicas nacidas en América Latina que han facturan más de 1 millón de dólares; y aquí hay que incluir a más de 40 compañías con un valor de más de 1.000 millones de dólares, que reciben el nombre de “UNICORNIOS”. El valor del ecosistema latinoamericano se ha multiplicado por 32 en la última década.
De cara a favorecer también el talento global es necesario que los gobiernos adopten herramientas eficaces para favorecer el movimiento de personas y potenciar la cualificación del capital humano.
Hoy escuchamos hablar cada vez más de los nómadas digitales, cuyo objetivo es atraer a personas de distintos lugares, dando pie a una extrapolación de procesos de creatividad, que contribuyan a enriquecer a las empresas para las que trabajan. A raíz de la pandemia, el teletrabajo parece ser una tendencia que ha venido para quedarse, convirtiéndonos a la mayoría de nosotros en nómadas digitales.
De esta manera, la productividad, la competitividad y la propia innovación, dependerán del talento y el compromiso de los propios empleados. El hecho de poder acceder a las últimas tendencias, al conocimiento y poder relacionarnos en comunidad, nos brinda a todos la oportunidad de que los propios trabajadores cada vez sean más capaces de identificar las necesidades no resueltas y poder generar así nuevos productos, nuevas maneras, nuevos procesos y un claro compromiso de futuro.
Vamos hacia modelos de empresas muy diferentes, hemos tenido tiempo de prototipar las bases y ahora es el momento de implementarlas.
En palabras del presidente de FIJE: “En un presente cada vez más digital y competitivo, el trabajo flexible y remoto se ha convertido en una necesidad apremiante. Las organizaciones que deseen atraer y retener a los mejores talentos deben adaptarse a esta nueva realidad y ofrecer un entorno que permita a los empleados prosperar en sus roles, sin importar el lugar o el momento. Además, esta flexibilidad se ha convertido en un impulsor clave de la innovación y la colaboración, ya que rompe las barreras geográficas y facilita la diversidad de pensamiento”.
Talento y migración
Para fomentar el arraigo de los empresarios extranjeros en Iberoamérica, se requieren una serie de incentivos y mejoras, que abordamos en el Manifiesto de Compromiso Iberoamericano por la Inversión, adoptado por todas las organizaciones iberoamericanas, miembros de CEIB y OIE en el pasado Encuentro Empresarial Iberoamericano celebrado en Santo Domingo a finales de marzo.
Las organizaciones empresariales iberoamericanas consideran que una clave indiscutible para fomentar el talento global es sin duda la creación de empleo y la presencia de empresas, que éstas crezcan y se conviertan en globales. Toso ello requiere un claro compromiso por la inversión, el desarrollo y el crecimiento en la región, que permita la creación de empleos de calidad.
En el manifiesto se hace especial hincapié en apostar por un nuevo pacto social, que promueva las alianzas público-privadas y comprometa a todos los actores con el desarrollo sostenible, procurando retomar el crecimiento sin dejar a nadie atrás. Además, se subraya la importancia de asumir el reto de la transformación digital de la región, impulsando la mejora de la productividad y competitividad, superando brechas y alentando la innovación y el emprendimiento.
Otro de los factores a tener en cuenta es la inversión en el desarrollo de capital humano, haciendo un gran aporte en formación y asistencia técnica; reconocer los desafíos en materia de infraestructuras y comprometerse a invertir en empresas y proyectos que generen un triple impacto positivo -económico, social y ambiental- alentando el cuidado del medioambiente, la inclusión social y la transición energética.
El mensaje es claro y sencillo: sin iniciativa privada no hay desarrollo, los empresarios no son el problema, sino la solución.
Por otro lado, para impulsar el talento los gobiernos iberoamericanos vienen implementando numerosas iniciativas para fortalecer sus ecosistemas emprendedores, aportando asistencia técnica, formación, financiación y mejoras en los marcos normativos para impulsar empresas de alto rendimiento capaces de generar empleos de calidad y poniendo en la agenda de la política pública los programas de apoyo a emprendedores.
Además, las leyes pro emprendimiento que se han puesto en marcha en numerosos países de Iberoamérica buscan simplificar la interacción del emprendedor con el estado y la administración pública, impulsando una burocracia más dinámica y sencilla; así como desarrollar la industria del capital emprendedor de sus países.
Gestión, retención y reciclaje del talento
Tras este breve análisis, no cabe duda de que el talento se ha convertido en un factor fundamental y su capacitación, gestión y retención es una cuestión clave para las empresas. Tenemos que ser capaces de adaptar el talento a los cambios acelerados que se están produciendo en el mercado laboral.
Para afrontar este nuevo panorama, se necesita una mente abierta, actitud, formación y, por supuesto, grandes dosis de talento ya sea de nuestro país o del resto del mundo.
El talento en Iberoamérica cuenta con una gran ventaja, que radica en una misma lengua, en arraigos culturales idénticos y en una forma de sentir común. En palabras del secretario general Iberoamericano, Andrés Allamand: “lo iberoamericano está vivo”, y debemos seguir apostando por todo aquello que nos identifica como región y que nos hace tan diferentemente iguales.
Necesitamos más talento, de más sitios, cada vez más diverso e innovador, que ayude a ganar en competitividad, a crear más y mejores empresas y que se traduzca, desde luego, en empleos de calidad.
Y, sobre todo ¡Aprendamos entre todos a gestionar, retener y reciclar mejor el talento global que llega a nuestros países!
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